lunes, mayo 22, 2006

Nebula




( per sú)

Haec metuo equidem ne sint somnia – Cicerón
(Temo ciertamente que estas cosas sean sueños)

Una fe gastada en los pasos de los transeúntes, atisban vidrieras con túmulos mutilados. La calle marea fétida, trastrocando el encanto de las miradas filosas. Por el teléfono, pergeñaban salidas en un carruaje amarillo negruzco para dar vueltas alrededor de las plazas. La triste Bovary y su triste amor de cabellos morunos, perfilándose entre el azul de las bocinas. En conciliábulo mudo, sin prurito de morir o matar. Entonaban nanas que erizan los cabellos de la nuca. Cantilenas spleenéticas que balean al imposible flaneur y musitan Quisiera ser tu predilecta almohada.
Entre los mantos, se yerguen los hijos que nunca parieron . La carne fornica con las letras y el semen es salado. Sangra. La voz herida tiene compases errantes donde de noche apoyas tus orejas.
El miedo en el proscenio. La prostitución del alma tan afianzada a una saliente del cuerpo. El límite en un vagón de subterráneo .
Los perros huyen de tu sueño: dormida o desvelada, alguien que no trató de ser amada.
Craso amor, que todo lo roes,jaula sin hendijas. Siempre carmesí, la flor rota en un pasillo, siempre en un ángulo oscuro. Huir de la ansiedad que está en mis quejas. La impaciencia en los rostros iguales, la impaciencia del rostro amado. Poder a veces ser lo que soy, nada. Los capullos se desgarran en los dientes del aire. Fatales, las paredes del muro tienen la marcas de las palpitaciones.
El espejo a traición clava realidades entre los párpados. La mentira despiadada que agoniza entre sus brazos. No tener nunca miedo de perderte. Seguir impíos en el camino que va perdiendo su huella fangosa. Morir de tristeza, de deseo. La casta defunción de los abandonados que prefieren morir por no sufrir, y que no mueren.
Abandonados por toda clarividencia de ser iguales.

jueves, mayo 04, 2006

Unidad en ella


La voz augústea declamaba contra las paredes una vieja historia de lenguas sistematizadas. La voz augústea modulaba finamente una nana fútil, en una sinfonía de raros matices. Las notas herían cernidas por un vidrio invisible que nos desviaba de la tierra. En la mente los pensamientos flujeaban hacia una desembocadura incierta:
La Glosemática de Hjemslev es una escuela formalista. Intenta hacer un enfoque lógico de la lengua , que en cierta medida va a ser funcionalista en un sentido disímil al de la Escuela de Praga. Hjemslev plantea un enfoque inmanente del lenguaje (…) – la lapicera trastabillea con un anónimo abismo - una ráfaga descolorida de sol opaco quemó en mis ojos la sensación física del mirar, el sopor(…) la escuela de Praga trabaja la línea comunicativa, esencialmente (…) cosa arrojada a un rincón , trapo caído en el camino, mi ser abyecto ante la vida, finge que no lo es, la Glosemática ve las relaciones entre los elementos, y en cuanto termine el día un surco de fuego habrá sombreado mis muslos…
Desde afuera una sagita rompe los cristales con su fragor. La voz augústea lucha por mantener el recinto fuera del alcance enemigo. Infructuoso destino. Las palabras toman un calibre fantasmático, merced de los otros invasores: boludo, anoche me puse en pedo y el distribucionalismo es una perspectiva teórica con otras dimensiones, me quiero ir a la mierda, ¿qué hora es?, viene de los trabajos antropológicos de Worf, Sapir y Boas, vos ya pintaste ese lado, dame el rodillo, crash, bum, lento deslizar de la brocha áspera.
La primera edición es de un terror sarcástico ante la vida de la botella que me rompió en la cabeza el pelotudo.
La voz augústea mira desesperada, buscando asilo, su estandarte cae al suelo y acaba por destruirlo todo.