EGO
O LA APARICIÓN
La sombra se corporiza. Heus. Aparecí. Voy a desperdigar algunas "nugae" o bagatelas en este humilde espacio verde-amarillo-blanco que nos ofrece la virtualidad, tan pródiga en expresiones geniales. Esta es una excepción, sed, más allá de la calidad, observen mis letras como meras expresiones espasmódicas del espíritu ( que no decaiga el tono romántico) que boga por saltar del cuerpo y chapotear en las aceras . No sean críticos ni malhadados (el gusto tiene muchos rostros).
Sed, como este es un blog plagiario, me gustaría epigrafiar un Poema en prosa de Baudelaire, referido al gusto del lector:
Poema VIII - El Perro y el frasco
- Hermoso perro mío, buen perro, perro querido, aproxímate y ven a respirar un maravilloso perfume,adquirido en la mejor perfumería de la ciudad.
Y el perro, moviendo la cola, signo, según creo , que en esos mezquinos seres equivale a la risa y a la sonrisa , se acerca y coloca con curiosidad la húmeda nariz en el frasco destapado; después , retrocediendo con repentino temor, me ladra, como si me reconviniera.
- ¡Ah, mezquino can! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos los hubieras husmeado con delicia, devorándolos quizás. Así tu, indigno compañero de mi desgraciada vida, te pareces al público, a quien nunca se ha de ofrecer perfumes delicados que le irriten, sino basura cuidadosamente escogida.
Ego
In- correpondencias
El sendero unidireccional. Derrotero conocido por el asiduo caminante. El rayo fulgurante hacia un ara ruinosa. De inmediato, el pasmo eléctrico. La malvenida sacudida nerviosa del esternón . La sangre que se agolpa insistente en las mejillas arenosas , en las terminaciones del inerme espacio de piel. Los ojos y sus pupilas extensas, entrecerrados párpados. La invasión del recuerdo y sus múltiples hidras. El ser que se instala en un punto titilante , en el centro del entrecejo.
Sostén del cuerpo, consubstanciación dolorosamente bella. Afán de penetrar en el seno del lenguaje buscando ávidamente una bocanada de letras aciagas.
Luego, la disciplina contra la espalda. La sangre derramada por los ojos. Los golpes que violan el aire que me separan del amor. Necesidad reservada en el pecho. Negrura. El deseo del triste. He visto a mi fiel amante doliente , preñada y de anchas caderas, a partir de innumerables partos fallidos, que me agita su mano ,explorada con ahínco en incontables oportunidades y que me tiende sus cadenas alrededor de los brazos.
La danza de las bellas
Jactándose de sus cabellos arreglados en peinados fabulosos , de sus ojos de almendra rodeados de líneas artificiales , de sus cinturas trabajosamente escuetas , las bellas portaban un espejo imaginario. Cada una de sus muecas y gesticulaciones eran estudiadas minuciosamente al tiempo que se contemplaban en objetos que por doquier yacían. Las tazas de porcelana dibujada , en cuadros de épocas ricas y paisajes bucólicos , filtradas de luz del ventanal , servían de admiración a los perfectos rostros. En el revés de las cucharas espejadas y utensilios de metal reluciente , los ojos pestañeaban en busca de poses favorables. Sentadas a la vera piernas dóciles, se contorneaban grácilmente para que la claridad iluminara su lado más preciado de figuras goyescas y maniquíes empolvados.
Se erguían en espantosas montañas blanquecinas sus senos , contenidos en corsets parasitarios que las atrapaban irremediablemente . El respirar dificultoso , sonrojaba las mejillas arenosas.
Y de tanto contemplarse ,las bellas iban haciéndose más opalinas. Sus ojos de vidrio se iban cerrando al susurro de un dios infructuoso . Las bocas de fuego en las pieles transparentes rotaban al blanco . Aquí y allá , en los rincones más iluminados de la estancia , las polveras y maquillajes , asesinos impunes de la naturaleza, reían satisfechos. En su cruento combate , los espejos alababan sus felonías y tramaban sus próximos crímenes . Y en un santiamén , en dónde la vista no distinguía más que figuras ostentosas , sólo quedaron los artilugios voraces , que se han tragado a las bellas mientras danzaban en sus compañías.
Tristitia
Fiel tristeza de ojos de aguamarina sin fin ni ribera
Poséeme con tu apagado candor
Despójame de amor
Congela los sueños, inféctame de muerte
Concédeme el llanto que puebla los besos.
Rózame con el cuerpo salobre
Guíame por la vía de las rocas filosas
Piérdeme en aquellos galimatías de antaño.
Tuérceme los labios , fingeme al oído.
Punza mi garganta con tus flamígeras lágrimas
Lastima mis espaldas y busca impetuosa, sangre.
Llena mi boca de elegías
Arrástrame por el fuego desnuda
Necesito despedazar el alma.
El alma ( mi alma hoy)
Clara, adamantina, gime
el pecho punza, espina, extingue
Contagia, explota,
Enmudece
Secreta, inefable, virgencita puta.
Perfora, penetra, envenena
Cubre, blasfema, patea.
Serena, salva, separa las piernas
En el centro fulge una estrella idiota.